Necesitamos deconstruir este imaginario reciente de que un 200% de posesión del balón y un elevado número de tiros a portería significan un fútbol ofensivo y arriesgado.
Permanecer el 99% del tiempo con el balón para jugar siempre dentro de la estructura para después recuperarlo mediante el posicionamiento y el “físico” (sic), sin arriesgar pases creativos, ni regatear fuera de la estructura o 1 x 1, ni realizar movimientos inusuales, tiene un objetivo predominantemente defensivo.
El objetivo no es tener el balón y a tu equipo en el campo del adversario para crear juego, inventar nuevas oportunidades, sino que el rival no tenga el balón en ningún momento. Es tener miedo de que tu oponente tenga el balón y se muestre mejor que tú.
A partir de este miedo, los jugadores primero intentan no cometer errores, jugar de modo automático, antes de buscar soluciones creativas y correr riesgos. El resultado es un equipo que toca mucho el balón, corre pocos riesgos y crea pocas oportunidades reales.
¿Tener el balón pensando principalmente en defenderse no sería el pináculo de un juego defensivo y pragmático? Tener el balón para crear sólo lo que está programado y exponerse lo menos posible, cometiendo el menor número de errores posible, no es eso jugar defensivamente?
No arriesgarse a movimientos inusuales, no permitir el juego fuera de la estructura por miedo a perder la posesión no sería defensivo? ¿No sería eso más defensivo y reaccionario que un equipo que se echa atrás, pero ataca arriesgándose y permitiendo jugar fuera de la estructura?
La posesión defensiva del balón unida a un equipo que sólo juega dentro de la estructura y a partir de decisiones programadas y mecanismos repetibles es un estilo tremendamente temeroso, receloso, reaccionario, que busca el riesgo cero, y es alérgico a la autonomía y al riesgo.
En este partido concreto, contra el Real Madrid, el City intercambió casi mil pases, recuperaba rápidamente el balón cuando lo perdía y creó sólo tres grandes oportunidades (las mismas que el Real Madrid con la mitad de posesión del balón). Su posesión del balón fue más defensiva (que la del Real Madrid).
En el Mundial 82 tuvimos nuestro partido más encantador contra Argentina. Ese día retrocedimos, marcamos más atrás, tuvimos menos posesión del balón, pero cuando lo tuvimos en los pies lo arriesgamos todo, intercambiamos pases maravillosos y regates majestuosos. ¿No éramos un equipo ofensivo?